Si se encuentra en Sorrento en el período de Semana Santa, puede asistir a una fuerte tradición histórica, que se repite año tras año: las procesiones del Jueves Santo y el Viernes Santo en la Semana Santa, la anterior a la Pascua.
Esta procesión se remonta a la Edad Media, cuando algunos monjes caminaban por la calle del pueblo cargando una cruz y cantando salmos.
La ciudad de Sorrento organiza, sobre todo, dos procesiones, la «Blanca» y la «Negra».
La procesión blanca es organizada por la Confraternidad de Santa Mónica en la noche entre el jueves y el viernes antes de la Pascua.
Su nombre proviene del color de los hábitos que los participantes llevan en silencio, con el rostro oculto bajo las capuchas: la procesión recuerda el deambular de Nuestra Señora que va en busca de Jesús, capturado y condenado a muerte.
Es el sugerente preludio del Viernes Santo cuando la Confraternidad «Muerte y oración» organiza la procesión negra.
Aquí el hábito de la capucha y el vestido de la Virgen son negros porque recuerdan a María, quien finalmente descubrió a su hijo muerto en la cruz.
Durante las dos procesiones, Sorrento está en silencio total, con las luces apagadas y las tiendas cerradas, mientras que los encapuchados continúan su marcha iluminada por antorchas débiles, acompañadas por el canto al estilo gregoriano.
Toda la atmósfera recuerda los momentos desesperados de muerte y pasión de Cristo.
El pathos de las procesiones en la Semana Santa logra atraer a la gente local y a los turistas, hoy como en el pasado: ¡es un espectáculo que literalmente emociona a todos!